tener un perro

Vivo en una ciudad de pocas plazas, pocas calles con árboles y escaso silencio. Una ciudad ruidosa, de aire espeso y ahumado, en la que pocos tienen tiempo y el tiempo sólo se mide por el reloj. Alguna vez esta fue una ciudad bella; en el tiempo en el que aún la amábamos. Ahora de todo eso queda poco, o casi nada; cada día hay menos parques y jardines, y más estacionamientos; menos casas viejas con viejos patios secretos, y más torres de vidrio y cemento; menos árboles, y más carteles y anuncios; más calles y semáforos; y menos veredas grandes, con bancos en las esquinas para los viejos y los paseantes. Pero yo tengo un perro. Y es por eso, tal vez, que cada tarde camino la ciudad a su paso, sin tiempo. Dejo atrás la prisa y me adentro en el espacio de los perros. Voy por las calles como un perro; miro el mundo con ojos de perro; llego hasta una plaza con perros; me acerco a otros que, como yo, vienen con sus perros; y hablamos de perros. Y el tiempo pasa, o no pasa -es igual- y la ciudad moderna y gris, la ruidosa ciudad de humo, se queda por un momento callada. Porque sólo un perro hace que una vereda sea algo más que un lugar de paso, y una esquina algo mejor que sólo el encuentro de dos calles. Y que esa plaza se vuelva, cada tarde, un inmenso jardín.

20.4.07

14 de febrero: primer cumpleaños de Tsuki y Kim


El 14 de febrero de este año no sólo fue el día de los enamorados, sino que también el cumpleaños de Tsuki y Kim, el que desde luego fue 'enfiestadamente' celebrado en la plaza. Como siempre las anécdotas no faltaron, entre las cuales el tremendo susto que pasó Kim luego de la embestida de Haggen, lo que afortunadamente no pasó a mayores. Como consuelo, recibió uno de los deliciosos "palitos" (comestibles, claro) que, junto a Tsuki, recibió como regalo de cumpleaños de parte de Dana, Pato y John. A continuación algunas imágenes de la fiesta.

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