tener un perro

Vivo en una ciudad de pocas plazas, pocas calles con árboles y escaso silencio. Una ciudad ruidosa, de aire espeso y ahumado, en la que pocos tienen tiempo y el tiempo sólo se mide por el reloj. Alguna vez esta fue una ciudad bella; en el tiempo en el que aún la amábamos. Ahora de todo eso queda poco, o casi nada; cada día hay menos parques y jardines, y más estacionamientos; menos casas viejas con viejos patios secretos, y más torres de vidrio y cemento; menos árboles, y más carteles y anuncios; más calles y semáforos; y menos veredas grandes, con bancos en las esquinas para los viejos y los paseantes. Pero yo tengo un perro. Y es por eso, tal vez, que cada tarde camino la ciudad a su paso, sin tiempo. Dejo atrás la prisa y me adentro en el espacio de los perros. Voy por las calles como un perro; miro el mundo con ojos de perro; llego hasta una plaza con perros; me acerco a otros que, como yo, vienen con sus perros; y hablamos de perros. Y el tiempo pasa, o no pasa -es igual- y la ciudad moderna y gris, la ruidosa ciudad de humo, se queda por un momento callada. Porque sólo un perro hace que una vereda sea algo más que un lugar de paso, y una esquina algo mejor que sólo el encuentro de dos calles. Y que esa plaza se vuelva, cada tarde, un inmenso jardín.

19.5.07

Mascotas: ¿hijos o perros?

Siguiendo con la temática de nuestro primer foro, aquí van algunas reflexiones (sonría, por favor...):

Algunas características de los perros que son hijos:

  • en general son tamaño medio a chico o muy chico
  • no comen pellets
  • comen con cuchara
  • son bañados y "peluquereados" al menos tres veces al mes
  • son peinados y acicalados al menos una vez al día
  • se les lava el trasero después de cada salida o cada vez que hace sus "necesidades"
  • tienen cama propia, con almohada y sábanas incluidas
  • tienen su propio ropero, el que por lo general incluye, entre otros, varios chalecos (o "sweaters", para los más finos) y un par de capas
  • interactúan poco con otros perros ("puede ser peligroso"), menos aún si el tamaño de los mismos es grande, y no les gustan los niños (igualmente peligroso)
  • juegan poco
  • en su convivencia diaria ocupan los mismos muebles que sus dueños: sillas, sillones y camas. Y al mismo tiempo...

Algunas características de los perros que no son hijos (y no por ello menos queridos):

  • abarcan todas las razas y tamaños existentes, incluídos los "sin-raza", es decir a los quiltros
  • comen pellets (y otras cosas)
  • no comen con cuchara
  • juegan con barro, comen pasto y les encanta mojarse, especialmente en los momentos más inapropiados (en invierno, en los paseos nocturnos, justo antes de volver a casa, etc.).
  • son bañados y "peluquereados" sólo cuando es necesario
  • se limpian solos su propio trasero
  • son sociables tanto con otros perros como con otros seres humanos
  • no tienen ropero; a lo más un buen chaleco (nunca un "sweater") si son de pelo muy corto
  • algunos tienen cama propia pero esta incluye sólo una manta o algún viejo almohadón
  • y, por lo general, no hacen nada de lo nombrado en la lista anterior. Y si lo hacen, es puramente circunstancial...

1 comentario:

Antonio dijo...

Hola, mi perrita entonces no es hija, aunque sí es verdad que la quiero muchísimo y tenemos una relación muy especial. Perros